miércoles, 26 de marzo de 2008
martes, 25 de marzo de 2008
jueves, 20 de marzo de 2008
Paper I
Yo nací, crecí, vivo y creo que moriré en Santiago, no por un asunto de no querer salir a conocer el mundo ni involucrarme con otras culturas (que eventualmente lo hago principalmente en vacaciones) si no porque a diferencia de la gran mayoría de los habitantes de Santiago encuentro a mi ciudad una gran capital. Para mi la experiencia de vivir en Santiago ha permitido desarrollarme como persona y acceder a cierta calidad de vida que en otras capitales no se consigue. Desde pequeño me sentí completamente a gusto con el sistema capitalino y he visto sus grandes avances principalmente en infraestructura y en aseo y ornato, lo que la ha convertido en una ciudad limpia y ordenada. Tengo una visión optimista de Santiago, tenemos la última tecnología a mano, tenemos zonas de esparcimiento y recreación, existe un desarrollo cultural creciente, galerías de arte, cines, teatros, gastronómicamente y en telecomunicaciones, podemos decir categóricamente que estamos conectados al mundo.
En el libro del Centro de Estudios Públicos "Santiago, dónde estamos y hacia dónde vamos", editado por el investigador del CEP y
Y es que es cierto. Santiago se ha modernizado, y lógicamente el progreso pasa la cuenta colateralmente. He caminado por viñas y plantaciones agrícolas que ahora son villas, condominios o malls, donde antes había una loma ahora es plano, donde antes sonaban los pájaros cantando ahora ya no hay nidos, donde antes no llegaba la nube gris sobre nosotros ahora se registran los índices más peligrosos. Donde antes me demoraba una hora en llegar, llego en quince minutos por medio de autopistas, donde había un peladero ahora hay plazas, donde habían caminos de tierra ahora esta pavimentado, donde no había agua y luz ahora hay Internet, teléfono y cable. Según señala Marcial Echenique (catedrático de urbanismo y transporte en
En cuanto a lo social, tengo el privilegio de conocer gran parte de la capital, debido a los amigos que hice y por el mismo ajetreo diario de la vida urbana, a veces me asombra que gente que vive en santiago no conozca el centro histórico o algunos iconos arquitectónicos o calles renombradas. He “carreteado” desde una casa básica de población “callampa” en